Críticas musicales
El Colombiano, Rafael Vega, 2004
Como ocurría en otros tiempos, ya no vienen pianistas internacionales a Medellín, pero vamos teniendo suficiente cosecha criolla, aunque no todos se dejan oír con frecuencia. El miércoles pasado, Eafit -Siempre EAFIT- presentó al medellinense Andrés Gómez Bravo, de familia de músicos, en un recital relievante, no sólo por el programa de lujo, sino por la altura en la interpretación de cuatro obras bien diferentes, de notable fondo musical y calidad pianística. Con la única en estilo clásico la Sonata No. 60 en do mayor, Hob. XVI:50 de Haydn inició el recital con total dominio del teclado, siguiendo con imaginación los laberintos y variaciones que Haydn se ingenia en el prodigioso primer movimiento, que aparenta ser superficial, pero en realidad sus combinaciones son magníficamente elaboradas.
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Gómez marcó bien la dinámica pero discretamente, mostró lirismo controlado en el segundo movimiento adagio, y tocó con gracia el final. Sin embargo convenció más con su pianismo de aquí en adelante con una briosa y profunda versión de una de las novedades de programa: La Trocha, de Victor Agudelo, paisa de 1978; pieza de forma indefinida, con muchas vertientes armónicas, con temas rítmicos briosos y misteriosos, pero insinuantes de danzas indefinidas, pero matizados con armonías que lindan con impresionismo debussysta. Este amplio sabor moderno lo entendió el intérprete al tocar con entrega y dominar las tremendas dificultades pianísticas demasiado exigentes. Podría ser pieza de repertorio para quien pueda tocarla. Luego Gómez creció la tensión del recital con la inmensa pieza de Liszt "El Valle de Obermann", la última parte de "Años de Peregrinaje", de mucho contenido pianístico, con incursiones líricas vibrantes y lucubraciones de valor emocional, expresadas en un teclado que casi no alcanza para su objetivo y donde Liszt muestra uno de sus mejores efectos pianísticos de especial hondura emocional.
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Limpieza absoluta, técnica puesta a la máxima prueba, fue lo que nos ofreció Gómez Bravo: inmenso en esta pieza, pero sin alardes innecesarios, concentrado en el meollo de la música que brotó a torrentes con gran romanticismo. Coronó el recital lujosamente con la tercera Sonata, en Fa menor Op. 5, de Johannes Brahms, obra monumental donde el compositor hace gala de la herencia recibida de Beethoven, Schumann y Liszt, conectando el último estilo del "sordo' con las composiciones cíclicas de Franck. Impresionó profundamente su manera de interpretar con énfasis el motivo principal del primer movimiento y el nocturnal andante expresivo, de especial elevación lírica. izo resaltar el novedoso Scherzo y matizó la marcha con especial gusto en el intermezzo, graduando siempre su sonido parejo y transparente. El Rondeo final, tan brahmsiano en su tumultuoso contrapunto, a veces solemne, donde separa claramente las voces hasta volverse contemplativo en un bello ascenso. En todo nos gustó la seriedad y entrega de Gómez Bravo, transmitiendo la impresieon de un maestro experimentado que se le ve venir con un porvenir grande.
College Music Symposium, Don Bowyer. Sept. 20-2018
Tríos Americanos para clarinet, viola y piano. 2018. Trio Acuarimántima: Javier Asdrúbal Vinasco, clarinete, Braunwin Sheldrick, viola, y Andrés Gómez Bravo, piano. Grabado en StarTrack Studio en Ciudad de Mexico, Octubre 23-26, 2017. 14 tracks (53:21). www.acuarimantima.com.
El Trio Acuarimántima consiste en tres profesores del departamento de música de la Universidad EAFIT en Medellín. El trío de Javier Asdrúbal Vinasco, clarinete, Braunwin Sheldrick, viola y Andrés Gómez Bravo, piano, toca bien junto, con una mezcla madura con un rango desde lo ricamente poderoso hasta lo ligeramente etéreo -ocasionalmente rudo y con filo - cuando la música lo pide. Vinasco recibió su Doctorado en Música de la Universidad Autónoma de México, Sheldrick y Gómez Bravo, recibieron sus Doctorados en Artes Musicales de la Eastman School of Music.
Las cuatro piezas de esta grabación son todas de compositores contemporáneos de las Américas -desde Canadá, Puerto Rico, México y un Italiano que trabaja en Colombia. Colectivamente, estas piezas muestran los talentos expresivos de este ensamble.
En el jugetón y enérgico, Trio in Jest, una obra en tres movimientos de cerca de 22 minutos, el compositor Marjan Mozatich toma prestado y desarrolla con gran gusto material de Rossini. El primer movimiento está lleno de expressividad, melodías intrincadas, acompañadas con energía rítmica y puntuada por síncopas inesperadas. El segundo movimiento es más controlado, aunque también juguetón. El movimiento final es rápido y frenético, pero una vez más, tocado con disciplina y expresividad. El compositor escribe que un amigo cercano fue asesinado cuando estaba finalizando la pieza. Reflejo de esta tragedia es el ambiente "dark and somber" del último minuto del movimiento, el cual se desarrolla orgánicamente, fluyendo de un material juguetón del principio a una conclusión muy satisfactoria.
Janus, de Marco Alunno, consiste en seis movimientos cortos, diseñandos para dar opciones de cómo tocarlos a los músicos. En las instrucciones se le indica a los instrumentistas que pueden tocar los seis movimientos en secuencia, tocar los impares y después los pares o empezar por los pares y terminar por los impares. Además de este set modular de órdenes posibles, el material musical exhibe elementos aleatorios adicionales junto con otras técnicas extendidas.
Ofrenda es un movimiento corto, obra de Leonardo Coral. Fue originalmente escrito para violín y piano, esta transcripción fue hecha por el mismo compositor. Hermosa y encantadora, la música es evocativa del título, como una ofrenda para el Día de Muertos.
La cuarta y última pieza en esta grabación es Cuatro sombras de una palma por Carlos Alberto Vásquez, quien dice que los cuatro movimientos de esta composición son un tributo a "cuatro importantísimos escritores de la costa Caribe: Derek Walcott (Santa Lucía), Luis Rafael Sánchez (Puerto Rico), Gabriel García Márquez (Colombia), y Ana Lydia Vega (Puerto Rico)." Estos movimientos varían en carácter, técnica y estado de ánimo, desde patrones ostinato fuertes hasta técnicas extendidas de sonidos etéreos y pasajes cromáticos. La estructura narrativa de la obra ayuda a conectar todo en un todo simbiótico.
A través de esta grabación, Acuarimántima demuestra una musicalidad experta, técnica impecable, y la capacidad de mezcla que marca a los ensambles del más alto calibre.
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